lunes, 6 de julio de 2009

Primera fase, a desmontar

Tras la compra del cacharro tocaba ver qué habíamos comprado realmente, en lo que a exteriores se refiere la chapa había llevado bastante mala vida. El barniz saltaba con mirarlo tal y como se ve en la siguiente foto.


La puerta izquierda había sido forzada con una palanca o algo así, pero en la zona de las bisagras, cosa que no acabamos de comprender.


Las taloneras de los pasos de rueda traseros estaban totalmente corroidas debido a la acumulación de agua en el interior, el techo en la zona del portón trasero tenía una marca de un golpe o de apoyarse con algo para hacer fuerza.

Aparte de lo que se ve en las fotos, teniamos la sospecha de que las aletas delanteras estaban hechas de masilla, pero bueno, eso se verá más adelante, cuando se lleve el coche al chapista., no era plan de ponerse a tirar tabiques cuando el motor no sabiamos como estaba. En lo que a interiores se refiere, tanto de mecánica como de habitáculo la cosa era parecida.
La vista que se obtiene tras abrir capó y comenzar a desmontar es la que sigue a continuación.


Aparte de la suciedad acumulada durante 25 años de existencia, lo que más llama la atención es el elevado grado de corrosión del soporte de la batería, la condensación de los gases ácidos que emana la batería habían ido corroyendo poco a poco su soporte y el estado en el que se encontraba era penoso. Ya con el motor fuera de su sitio se puede ver mejor el estado de toda esa zona.



En la próxima entrada seguiremos con el motor y aledaños.

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